Laboratorio de análisis para detectar la contaminación en alimentos

Antes de llegar a su destino, los alimentos para la nutrición animal pasan por diferentes etapas durante las cuales pueden sufrir procesos de contaminación, deterioro y alteración. En este contexto, el trabajo de un laboratorio de análisis resulta fundamental para garantizar la seguridad frente al riesgo de contaminación.

Tipos de contaminantes

La contaminación de los alimentos puede ser física, química o biológica.

Los contaminantes físicos son materiales o elementos extraños (piedras en vegetales, huesos o esquirlas en carnes, cristal, plásticos, o incluso efectos personales) que pueden suponer un daño en caso de ser ingeridos.

La contaminación química incluye sustancias tóxicas de diferente naturaleza, por ejemplo metales pesados, residuos de plaguicidas, insecticidas, compuestos clorados o restos de antibióticos. Algunos elementos, como los metales pesados, pueden bioacumularse en los animales de consumo.

Los contaminantes biológicos engloban a todos los seres vivos que están presentes en los alimentos de forma no deseada, como roedores, insectos, parásitos o microorganismos.

Fuentes de contaminación más comunes en los alimentos

Los alimentos pueden verse afectados por la contaminación ya en su origen, debido a la presencia de tóxicos ambientales (por ejemplo, mediante el uso de agua no potable), contaminantes agrícolas o ganaderos.

Los contaminantes pueden proceder también de otros alimentos, en cuyo caso se habla de contaminación cruzada. Esto puede ocurrir cuando se mezclan crudos y cocinados, utilizando además los mismos utensilios para su manipulación.

La fuente más frecuente de contaminación, sin embargo, se encuentra en el propio manipulador de alimentos. Por este motivo, es imprescindible extremar la limpieza del lugar de trabajo, los utensilios y la higiene personal.

Los análisis fisicoquímicos y microbiológicos llevados a cabo en un laboratorio de análisis por personal cualificado permiten detectar la presencia de estos contaminantes, garantizando que los alimentos cumplan siempre los estándares de calidad más elevados.

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