La importancia de la pureza del agua en la ganadería

La pureza del agua es importante tanto para el consumo humano como para el animal y no tratarla puede contribuir a propagar no pocas enfermedades. Como uno de los elementos más importantes en la nutrición de todo ser vivo, su control debe ser exhaustivo.

¿Cómo afecta la calidad del agua a los animales?

En ocasiones, la pureza del agua no se tiene en cuenta en algunas explotaciones, por lo que se es ajeno a los agentes que puede contener. Desde un punto de vista microbiológico, el agua puede llegar a contener desde bacterias a algas, pasando por huevos de parásitos de distinto tipo. Cuando el agua es de baja calidad, se pone en riesgo la salud de los animales más jóvenes, cuyas defensas aún no están completamente desarrolladas.

Pueden existir, quizás a través de tuberías dañadas o filtraciones, distintos agentes químicos que resulten tóxicos. Pueden ser ingeridos en distintos períodos de tiempo. Si bien, a corto plazo, no tiene por qué haber mayores efectos; a largo plazo, el crecimiento, la reproducción y la producción del animal pueden verse comprometidos, por no hablar de la propia salud.

Soluciones

Mantener un estricto control de las aguas que usamos en la alimentación animal es la principal solución. Realizar análisis de microorganismos, como la Escherichia coli,y elementos químicos y físicos ayudará a prevenir problemas.

Los niveles de pH deben mantenerse entre 6,5 y 8, valores que suelen variar por los productos utilizados en la limpieza del agua. Verificar las partes por millón de distintos elementos contribuirá a mantener nuestros animales sanos. Una cantidad de hierro menor de 0.3 ppm, 100 ppm (en nitratos) o 500 (en sulfatos) es un ejemplo de medidas aceptables en diversos estudios de la OMS.

Sin embargo, la manera más eficaz de mantener la pureza del agua en el consumo animal pasa por imitar los estándares para humanos.

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