Los análisis para suelo agrícola son fundamentales, entre otras cosas, para mejorar la calidad de lo que se va a cultivar. En un laboratorio de análisis se pueden obtener datos para conocer los nutrientes de los que dispone el suelo, su estado y realizar una mejor planificación del tiempo de siembra.
Analizar el suelo agrícola tiene una gran importancia en cuanto a que aporta herramientas al agricultor para disponer de un mejor producto. Gracias a los análisis con químicos, fundamentalmente, se pueden conocer distintas variables que afectan a la agricultura. Algunas de las más importantes son la textura o el nivel de pH del suelo.
Cómo se realiza un análisis de suelo agrícola
Lo primero y más importante es recoger un muestreo de varias zonas de la parcela, es importante no mezclar texturas. Dentro de la misma zona existe variabilidad, por lo que es recomendable obtener al menos tres muestras de cada zona. Además, la muestra ha de ser mínimo de 40 centímetros y, si son suelos de fácil penetración para las raíces, se amplía a 60 o 70 centímetros.
Una vez recogidas las muestras, se mezclan en un laboratorio con diferentes químicos para comprobar sus nutrientes y variables que se deseen.
Los análisis dependerán de lo que se quiera conocer y del tiempo, por ejemplo, para tener un suelo fértil y productivo será necesario analizar cada cinco años la materia orgánica del suelo.
Qué se consigue con el análisis
Una vez realizado el análisis, se puede realizar un diagnóstico completo que indique desde las necesidades de fertilización hasta la planificación de cultivos y las rotaciones. Además de poder conocer variables del suelo, se identifican las propiedades permanentes y la capacidad de uso que tiene el terreno.
Sin duda, recurrir a un laboratorio de análisis es una herramienta clave para mejorar la producción agrícola.