El cambio climático ya no es una predicción futura, sino una realidad que afecta directamente a la producción agrícola y ganadera. Las temperaturas medias aumentan, las lluvias se redistribuyen y los eventos extremos son cada vez más frecuentes.
Un año de sequía puede reducir los rendimientos y alterar la composición del grano; uno de lluvias excesivas puede favorecer la proliferación de mohos y enfermedades. Este escenario se traduce en variabilidad de materias primas, incremento de costes y mayores exigencias de control analítico para garantizar la seguridad y la eficiencia en la alimentación animal.
Factores climáticos que afectan la calidad de las materias primas
- Temperaturas extremas durante la floración y el llenado de grano.
- Cambios en la disponibilidad de agua, que alteran el tamaño del grano y su contenido nutricional.
- Aumento de patógenos y micotoxinas en ambientes cálidos y húmedos.
- Variabilidad interanual, que dificulta la planificación de compras y almacenamiento.
El cambio climático no solo afecta el volumen de producción, sino también la calidad nutricional y sanitaria de las materias primas utilizadas en piensos.
Estrés térmico y su efecto en la palatabilidad de los piensos
Las altas temperaturas, consecuencia directa del cambio climático, reducen los rendimientos agrícolas y modifican la estructura de carbohidratos y proteínas, afectando la digestibilidad y la palatabilidad de los piensos.
Cuando el grano sufre “daño térmico”, los animales pueden percibir variaciones en el perfil de aminoácidos y en el contenido energético, lo que reduce la eficiencia alimenticia. Un control analítico constante permite ajustar las formulaciones y mantener la calidad nutricional.
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Efectos del cambio climático en cereales y oleaginosas
Maíz, trigo y sorgo, principales ingredientes en los piensos, presentan comportamientos diferentes frente a la variabilidad climática:
- En el maíz, la sequía reduce la humedad ideal y la cantidad de almidón disponible.
- En el trigo, la fluctuación térmica altera la proteína y la sedimentación.
- En el sorgo, las olas de calor pueden modificar la relación proteína-fibra.
Las oleaginosas, como la soja y el girasol, también son sensibles. El estrés hídrico reduce la calidad proteica y la disponibilidad de aminoácidos esenciales, lo que exige revisar las formulaciones de los piensos para mantener el perfil nutricional deseado.
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Compromiso de Ainprot frente al cambio climático
En Ainprot entendemos que el cambio climático plantea desafíos complejos para el sector de la alimentación animal. Por ello, ofrecemos un enfoque integral y preventivo, basado en la ciencia y la trazabilidad:
- Análisis físico-químicos y microbiológicos de piensos y materias primas.
- Detección de micotoxinas y contaminantes emergentes.
- Asesoría técnica personalizada para interpretar resultados y optimizar formulaciones.
- Control de calidad en origen y evaluación de proveedores, garantizando consistencia y seguridad.
Nuestro objetivo es ayudar a las empresas del sector a mantener la calidad, la seguridad y la rentabilidad de sus piensos, incluso ante los efectos del cambio climático.
Conclusión: Ainprot tu mejor opción
El cambio climático redefine la disponibilidad y la calidad de las materias primas para piensos. Adaptarse exige anticipación, análisis continuo y colaboración entre productores y laboratorios especializados.
En Ainprot, combinamos tecnología analítica, conocimiento técnico y experiencia sectorial para ofrecer soluciones de control y prevención que fortalecen la resiliencia del sector ante un entorno climático cada vez más cambiante.
Anticípate al cambio climático e Implementa controles analíticos que te permitan mantener la calidad y el rendimiento de tus piensos